Sigo igual que siempre, desperdiciando el tiempo... No tengo remedio. Ya estoy pagando las consecuencias de mi vaguitis, y si sigo así la cosa va a empeorar...
Os dejo aquí un intento de texto poético que he encontrado tirado en la basura de debajo de mi escritorio. Supongo que lo escribí en un arrebato de inspiración (nocturna, seguramente), y al releerlo me pareció deprimente. Pero no tengo nada de mayor cualidad -que sea mío, claro- para colgar, así que deberéis conformaros con este pequeño monstruo. ;-)
Por una vez, no espero que os guste. ;-P
Una lucha magistral ha tenido lugar,
un combate en silencio he podido presenciar.
La Soledad, mi escudo y mi barrera, siempre
por delante de mi, dando la cara,
ocultando la mía, se ha cruzado con el Amor.
Y ha quedado absorta y desarmada,
no ha ofrecido resistencia, se ha dejado ganar.
Ha cambiado su lugar, se ha ocultado tras de mí,
proporcionándome la libertad.
Pero también me ha abandonado a mi suerte.
Ella, mi pesadilla y mi infierno. Mi guía.
Mi refugio y mi prisión.
Sin ella, mi corazón ha quedado desnudo,
desprotegido de Cupido, que me ha clavado
sin piedad, su ardiente flecha de Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario